En 2024, tanto la población de vacunos como la de ovinos disminuyó, aunque la caída fue más pronunciada en los lanares, con una reducción de casi el 10%, en comparación con el 4,7% en los vacunos.
Esta disminución en la población vacuna se debió principalmente a la baja en la producción de terneros, que, sin embargo, fue menor que en sequías anteriores.
La cantidad de vacunos pasó de 11,8 a 11,3 millones, con una reducción de 567 mil animales, de los cuales casi 400 mil fueron terneros faltantes debido a los bajos índices de preñez de hace dos años.
En cuanto a los ovinos, las cifras son preocupantes. Después de varios años en el rango de 6 a 7 millones, la población cayó por segundo año consecutivo, pasando de 5,9 a menos de 5,4 millones de animales, un nuevo mínimo histórico. Es la primera vez que los ovinos son menos de la mitad de los vacunos. Las dificultades en la comercialización de la lana y, en ocasiones, de la carne durante el segundo semestre de 2022 y el primer semestre de 2023 llevaron a muchos productores a reducir la carga para aliviar las pasturas.
La sequía más grave del siglo
En resumen, la población de vacunos atravesó la sequía más grave de este siglo con daños menores y manteniendo intacto el rodeo de cría, mientras que los ovinos soportaron el mayor ajuste de carga decidido por los productores.
Cría estable y con fluidez comercial
Los criadores de ganado vacuno han disfrutado de dos décadas de precios estables y fluidez comercial. Entre los corrales, la exportación en pie y los invernadores, los terneros son disputados año tras año con precios estables y previsibles. Por ello, los productores invirtieron fuertemente para enfrentar la sequía y no se desprendieron de sus vacas en edad reproductiva. El dato más destacado es el crecimiento de las vacas de cría, una categoría que en sequías anteriores se veía gravemente afectada. En esta ocasión, aumentó en 80 mil cabezas, totalizando 4,26 millones, manteniendo el rodeo y generando una parición récord esta primavera.
Alta población de vaquillonas de 1 a 2 años
Este stock se complementa con la mayor población de vaquillonas de 1 a 2 años de la historia, fruto de la buena parición de 2022. Estas 1,3 millones de vaquillonas, 30 mil más que el año anterior, se sumarán al rodeo que se entorará este verano. Esto podría derivar en nuevos récords de cría ganadera, con más de tres millones de terneros producidos esta primavera, que se contabilizarán en 2025, y potencialmente otra parición de más de tres millones de terneros en la próxima primavera, contabilizándose en 2026. De concretarse, sería la primera vez que Uruguay sostiene una producción de más de tres millones de terneros durante dos años consecutivos.
Destete bajó al 62%
A pesar de todo, la sequía causó una baja en la producción de terneros este año. La tasa de destete cayó al 62%, comparado con el 59% en 2009, durante una sequía menos prolongada, y datos mucho más desastrosos en la sequía de 1988/89, cuando el país perdió más de un millón de terneros y otro millón de vacas.
La menor oferta de terneros este año permite prever lo que sucederá con el stock en los próximos años: una escasez de novillos de uno a dos años en 2025 y una relativa escasez de novillos para la faena en 2026 y 2027
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