Se espera que para el 1 de marzo de 2025, el plan haya impactado en 120 asentamientos de los 19 departamentos del país, con 50 más, firmados o en estudio.
La enajenación de inmuebles agropecuarios, ha contribuido con US$ 105 millones al Plan Avanzar, un programa que busca atender la situación de los asentamientos irregulares en Uruguay. Este aporte se realizó mediante la enajenación de inmuebles rurales, redireccionados desde el Instituto Nacional de Colonización.
El Plan Avanzar, creado en la actual administración, tiene como objetivo trabajar en la integración social y urbana de familias que viven en asentamientos irregulares.
Para ello, se creó una nueva dirección que agrupa tres unidades: el Programa de Mejoramiento de Barrios, el Plan Nacional de Relocalizaciones y el Programa Socio Habitacional Juntos.
Esta agrupación busca tener una mirada integral sobre la problemática.
Se espera que para el 1 de marzo de 2025, el plan haya impactado en 120 asentamientos de los 19 departamentos del país, con 50 más firmados o en estudio.
Esto representa una duplicación de la intervención en comparación con años anteriores.
Inicialmente, el plan contaba con una base presupuestal de US$ 240 millones, pero gracias a la creación de un fideicomiso, se pudo duplicar esta cifra.
Para abastecer el Fideicomiso regulado por Ley, existe un suministro fijo de rentas generales y una partida variable por enajenación de inmuebles rurales, redireccionada a través del Instituto Nacional de Colonización. El aporte total , entre 2022 y 2024 fue de US$ 105 millones.
El mecanismo
El fideicomiso permite además adelantar recursos, solicitando créditos por hasta US$ 200 millones para trabajar en proyectos que ya están en marcha. Dentro del Plan Avanzar, se han invertido US$ 334 millones, a los cuales se sumarán US$ 240 millones más en ejecución y US$ 25 millones en licitaciones.
La intervención del plan se da de diversas maneras
La primera es con proyectos en los propios asentamientos, buscando transformarlos en barrios, regularizarlos, dotarlos de la infraestructura necesaria y realizando todo el trabajo social correspondiente. Esto incluye que las viviendas tengan baño, una habitación, agua, alumbrado público, saneamiento y que no estén llenas de barro.
Por otro lado, están los asentamientos que por motivos sanitarios son inutilizables o están contaminados. En estos casos, se trabaja con el Congreso de Intendentes para conseguir terrenos donde construir y trasladar a las familias afectadas.
Intervenir es prevenir
Tan importante como intervenir es prevenir, por lo que la tercera línea de trabajo es colaborar con las familias más vulnerables para que no se vean en la obligación de mudarse a un asentamiento. La última línea de acción es la atención a la emergencia dentro de los propios asentamientos.
Impacto en 1 de cada 4 personas
El plan ha logrado revertir una tendencia en crecimiento, acortar tiempos y destinar más recursos. Al 1 de marzo de 2020, había 220.000 personas viviendo en asentamientos en Uruguay. Este proyecto ha intervenido en los 19 departamentos, generando impacto en 1 de cada 4 personas que necesitaban soluciones.