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Apicultores reclaman flexibilizar exigencias en las salas de extracción de miel



El rubro apícola, realizó una “radiografía” del sector, en una jornada en la que estuvieron presentes todos los actores de una cadena de producción afectada negativamente por diversos factores, pero a su vez motivadas por productores apasionados por el rubro e interesados en su desarrollo a nivel país.


El análisis de la Jornada Apícola de INIA, se basó en aspectos productivos, funcionales, técnicos, institucionales y económicos, que convergen en una situación crítica que los apicultores demuestran afrontar con resiliencia y creatividad, buscando mejorar el producto, superar inconvenientes de comercialización y agregado de valor, así como con la constante búsqueda de “nichos de mercado”, dónde colocar el producto de calidad fraccionado, a diferencia de las exportaciones que van “a granel”.


Pero más allá de estos aconteceres, a nivel predial, los apicultores se esfuerzan por seguir mejorando los aspectos productivos, el manejo de las colmenas, con la búsqueda constante de mejores locaciones, acceso a áreas de mejor polinización y el intento permanente de agruparse para una organización sólida de la cadena productiva.

Mieles del Cuareim

Yamandú Mendoza de la Cooperativa Apícola de Artigas, aseguró que uno de los factores de mayor incidencia en el rubro ha sido la comercialización de la miel en los mercados del exterior, donde el producto se coloca como un “commoditie”.

“En ese circuito competimos con mieles de muy diversas procedencias, donde muchas de esas mieles, no son naturales y eso ha determinado la baja del precio de nuestro producto. Frente a esa situación, para seguir sobreviviendo como apicultores, decidimos adoptar el camino de vender nuestra propia producción”, reseñó.

En ese marco, tras la conversión de la “asociación” en una “cooperativa”, ahora se está en el camino de producir y vender de manera fraccionada su propia miel.

Con el objetivo de que el nuevo “formato” de comercialización se redituable, han emprendido capacitaciones y adopción de conocimiento. En esa tarea se encuentran hoy día y ya se trata de colocar “Mieles del Cuareim” un producto con marca; y sello de la cooperativa.

La búsqueda es ahora, “lograr el conocimiento para una mejor comercialización y para ello estamos tratando de derribar aspectos burocráticos y el logro de normas uniformes en materia de autorizaciones bromatológicas en las intendencias de todo el país”, dijo Mendoza.

Lograr ese objetivo, sería llegar con nuestras mieles a un mercado más amplio que se incluya las grandes superficies sobre todo de Montevideo, nos dijo el Apicultor.

 Producción trashumante

Ernesto Álvarez, integrante de la Mesa Apícola Departamental de Colonia, fue otro de los apicultores participantes en la Jornada desarrollada en INIA Treinta y Tres.

Su enfoque, estuvo basado inicialmente, en “El Manejo del Apiario y Gestión de la Empresa Apícola”. En el comienzo identificó algunas dificultades y situó al rubro en “un momento duro”, con el que ejemplificó el manejo de su emprendimiento familiar en el que se aplica un alto grado de “trashumancia”, adaptándose en el espacio a zonas de productividad cambiante.

El establecimiento, si bien se encuentra en el departamento de Colonia, en la práctica de la producción trashumante se han trasladado colmenas al Norte, en el departamento de Rivera.

Pero este manejo, en actualidad, “está condicionado por los altos costos y los valores de la miel”.

Indicó Álvarez, que, con este sistema, “se pretende redondear mejor los números, extender la temporada para que cierren mejor los aspectos económicos del emprendimiento, ya que, con una apicultura fija, la ecuación tiene dificultades para cerrar con números postitivos”.

Comisión Honoraria: “Una gestión agridulce”

El presidente de la Comisión Honoraria del Desarrollo Apícola, Néstor Causa, indicó que se está finalizando con una gestión “que deja un sabor agridulce”.

Al describir la situación de la CHDA que funciona en la órbita de la Junta Nacional de la Granja, Cusa expresó que frente a las acciones que había planificado al asumir el cargo “no se ligó”.

Recordó que los mismos problemas por los que atravesó la actual Administración de Gobierno, repercutieron en el desarrollo de planes. “La pandemia, el impacto del déficit fiscal heredado, la sequía, entre otras dificultades, fueron minando de algún modo muchas de las metas que se habían planteado a priori”.

Añadió que “las cosas que se hicieron se practicaron con el mejor tino, el mejor sentido, pensando en el sector, como por ejemplo la inclusión del rubro en las ayudas por las Emergencias Agropecuarias, por la sequía”.

Añadió luego que se lamenta “no haber podido lograr alguna compensación por temas ambientales, ya que los rubros fueron escasos y la sequía tuvo que ser la prioridad. Ello impidió ese y otros objetivos”.

Explicó con esos argumentos, porqué su sensación de “sabor agridulce” en su gestión, “porque quedaron muchas cosas en las que me hubiera gustado profundizar y trabajar más”.

El apoyo de las DIGEGRA

Indicó Causa, que también es apicultor, que más allá de ello, la Dirección General de la Granja, “nos ha dado siempre un gran apoyo, pero debemos reconocer que nos han faltado cosas, aunque “estamos convencidos de que iniciamos un buen camino, que debe tener continuidad; y ahí está la parte dulce de esta gestión. Sobre todo, el poder trabajar muy cerca de los productores”, reconoció,

Otro de los temas de alta polémica dentro del rubro, es la ubicación de colmenas en zonas agrícolas donde se aplican agroquímicos, que afectan la producción y la propia vida de las abejas.

En tal sentido, Causa comentó que” los sectores productivos tienen que manejar sus cultivos de determinada forma, que les permita asegurar la producción”.

Lamentó que “eso muchas veces, genere situaciones muy complejas, como por ejemplo el uso de ciertos productos, que luego afectan con su presencia residual en el producto final apícola”.

En relación con este tema, Causa indicó que “falta aún construir un diálogo que permita llegar a un acuerdo de consenso y no imponer la prohibición, sino consensuar por uso de ciertos productos, porque ahí es donde se genera conflicto”.

Para el jerarca “hay que buscar los ámbitos para construir el mejor camino y que todos podamos convivir en el territorio. Ese objetivo queda instalado. Es un desafío que debe tener la continuidad necesaria”.

Intercambio final

Al cabo de la jornada se desarrolló un nutrido intercambio y debate sobre temas que hacen a la problemática del rubro, quedando de manifiesto, varios reclamos, entre otros, la flexibilización de las inspecciones de las salas de extracción de miel, ya que cada año, los apicultores tienen que pagar altos costos por habilitaciones, que quedan muy fácilmente por fuera de las exigencias. Esto determina altos costos económicos y paralización de tareas por falta de habilitación, que deja un rezago muy importante en la cadena productiva.

Existe consenso para buscar generar institucionalidad dentro del rubro, como existe en la carne con INAC, un tema que ya se plantea a nivel de la CHDA, en las Mesas Departamentales del Rubro y hasta en las Sectoriales Apícolas que funcionan en el ámbito del INIA.

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