Mientras se espera la confirmación del episodio por parte de las autoridades sanitarias brasileñas, surgen distintas hipótesis sobre cuánto tiempo podría durar una veda del país asiático. Qué pasó en 2019 y en 2021, dos antecedentes para analizar la relación entre los dos gigantes del comercio mundial de carnes.
De FAXCARNE - Por Miguel Gorelik.
A principios de semana se conoció que hubo un primer análisis positivo para un caso de vaca loca atípico en una vaca adulta en Brasil, esperándose el resultado definitivo para hoy. En caso de confirmarse, es útil saber qué se puede esperar del comercio entre el país sudamericano y China, principales exportador e importador de carne del mundo, siendo que ambos son, recíprocamente también, el principal proveedor y cliente del otro. Hay que tener presente que el acuerdo sanitario entre ambos establece que, ante un caso de esta naturaleza, Brasil debe informar de inmediato y suspender sus exportaciones al gigante asiático. En septiembre de 2021 Brasil denunció dos casos con vacas de edad avanzada y dio seguridades de que ninguna de sus partes había entrado en ninguna cadena alimentaria. Sin embargo, China se tomó más de tres meses en volver a otorgar la autorización para retomar el comercio. En el interín, el mercado brasileño de ganado tuvo una profunda baja de precios, las exportaciones de este país se redujeron a la mitad y China debió bajar sus importaciones en una cuarta parte por inexistencia de mercados que pudieran suplir totalmente a la carne suspendida. La Argentina y Uruguay, especialmente, aumentaron circunstancialmente su participación en un mercado más reducido, aunque también los otros proveedores destacados (Australia, Nueva Zelandia, EE.UU.) lo hicieron. En cuanto a los precios de importación chinos, siguieron subiendo, aunque la tónica alcista ya venía verificándose. En cambio, los precios medios de Brasil bajaron hacia finales del año. Casi todos estos fenómenos se repetirían ahora en caso de una confirmación oficial y si el mercado creyera que la ausencia se prologaría. Pero hay un antecedente que podría llevar a pensar de otra manera acerca de la duración del embargo. En junio de 2019 Brasil detectó un caso de vaca loca atípica y el embargo chino duró apenas diez días. Nuestra interpretación es que Brasil no comunicó lo suficientemente rápido a su contraparte china en 2021 y que eso le costó una larga veda. Es muy probable que ese error no se vuelva a repetir en esta ocasión y la restricción para Brasil, en el supuesto de una confirmación del problema, sea pasajera como hace casi cuatro años. Un inminente viaje confirmado, aunque aún sin fecha, del presidente brasileño a China también ayudaría a suavizar las restricciones.
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