Investigadores y expertos de algunas de las principales empresas arroceras del Uruguay, hacen su aporte en Informe Especial Arrocero, de CharruaTV Agronoticias
El clima y el manejo vuelven a resultar clave para el resultado de la zafra arrocera 22/23 ya en marcha:
Estudios publicados a nivel científico, establecen que “Un pronóstico avanzado y preciso de los eventos de EL NIÑO podría mitigar los efectos de los patrones climáticos variables.
Según expertos, el manejo de la fertilización y el riego en las plantaciones, frente a una nueva Zafra que se presentará con un alto déficit de precipitaciones, será determinante para un resultado adecuado.
Según la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA), la implantación ocurrió en fechas óptimas y se avanzó muy por encima del promedio.
El momento de los cultivos se caracteriza por particularidades desde el punto de vista climático, que generaron nacimientos iniciales lentos y desparejos, pero que las precipitaciones de días previos han homogeneizado las emergencias de las plantas, pese a que la primavera aún se mantiene fría.
En la zona Norte se ha alcanzado el 85% del área ya sembrada, en el Este 97% y en el Centro 92%.
Según datos previos, la intención de siembra era de 159.700 Hectáreas, un área que se asemeja a las sembradas en la zafras 20/21 y 21/22.
Es bueno recordar, que en la zafra 21/22 el avance de siembra a fines de octubre del pasado año era menor que al registrado en el presente periodo de siembra. El año anterior era de 92% el ultimo día de octubre implantándose el resto dentro de la primera quincena de noviembre.
Buen manejo para lograr buenos rendimientos
El Ing. Agr. Gonzalo Rovira, técnico de la cooperativa arrocera COOPAR, destacó la importancia del manejo de la fertilización y del riego en las plantaciones, frente a una nueva Zafra que se presentará con un alto déficit de precipitaciones.
Para ello recomendó tener en cuenta “el índice de vegetación de diferencia normalizada, también conocido como NDVI por sus siglas en inglés”, es un índice usado para estimar la cantidad, calidad y desarrollo de la vegetación con base a la medición, por medio de sensores remotos instalados comúnmente desde una plataforma espacial, de la intensidad de la radiación de ciertas bandas del espectro electromagnético que la vegetación emite o refleja.
En tal sentido indicó Rovira que “para lograr el objetivo de obtener un buen rendimiento, tenemos que lograr que los cultivos lleguen a los 60 días con un buen valor de NDVI, o sea buen desarrollo del área foliar, buen crecimiento o crecimiento rápido y para eso basarnos en que la etapa vegetativa, debemos hacer el mejor manejo posible, partiendo de buenas implantaciones, fertilización nitrogenada, riego, etc”.
“Un riego temprano, es importante, en función del ambiente”
El Ing. Agr. Agustín García de Casarone Agroindustrial hizo referencia al riego, basado en otro año de escasez de lluvias, como el que se prevé, con el fin de obtener resultados favorables en las plantaciones de arroz.
El técnico de la referida agroindustria, que produce la materia prima que después procesa, hizo énfasis en el riego temprano: “una inundación rápida creemos que es importante. Pero si nosotros tomamos como óptimo, regar o tener una chacra calzada, antes de los 20 días de la emergencia, en la zona Este, deberíamos hacer algunas correcciones ya que en la zafra pasada sólo el 3% del área logramos calzar las chacras antes de los 20 días. Pero en el Norte, estábamos mejor, ese cometido se logró en el 25 % de las chacras. Sin embargo, el Este logra mejores rendimiento que en el Norte.
Deberíamos preguntarnos entonces: ¿Tiene la misma incidencia regar temprano en el Norte que en Este? Y por otro lado: ¿Es un óptimo real alcanzable, “calza”r una chacra antes de los 20 días en el Este…?
La realidad nos muestra que no.
Seguramente la incidencia de regar temprano es mayor en el Norte y menor en el Este.
Sostuvo que sería buena cosa para un mejor análisis, poner como óptimo en el Este, “calzar” una chacra en 20 días, o sea correr la escala 5 días, y a su vez correr este intervalo en menos días, ya que no es lo mismo una chacra “calzada” a los 21 días que a los 34, porque el intervalo se hace muy grande.
Esto está explicado fundamentalmente, por diferentes ambientes de producción.
Poniendo un ejemplo claro, un arroz sembrado el 20 de setiembre, con 15 días de emergido, no tiene el mismo desarrollo en el Norte que en el Este.
En el Norte seguramente estamos en condiciones de entrar a regarlo y en el Este es un arroz chiquito “murcho” (falto de vida), que no nos animamos entrar regar.
Por lo tanto, lo optimo del riego, sería 25 días desde emergencia.
Regar tarde está pasando más factura en el Norte que en el Este.
Los rendimientos en función de las variedades
El técnico de la empresa ADECOAGRO; Ing. Agr. Felipe García destacó el rendimiento con el uso de diferentes variedades en diferentes ambientes en la zafra 21/22, esperándose rendimientos similares para la presente Zafra 22/23:
ZONA ESTE
En el Este, el rendimiento promedio fue de 173 bolsas de arroz seco y limpio.
En cuanto al rendimiento de las diferentes variedades por Hectárea, de arroz, seco y limpio:
Gurí: 167 Bolsas por Há
INIA Tacuarí: 157 Bolsas por Há.
Inov. FP: 185 Bolsas por Há.
XP 113: 176 Bolsas po Há.
INIA Merin: 180 Bolsas por Há.
ZONA CENTRO
En el Centro, el rendimiento promedio fue de 174 bolsas de arroz seco y limpio.
En cuanto al rendimiento de las diferentes variedades por Hectárea, de arroz, seco y limpio:
Tacuarí: 149 Bolsas por Há.
INIA Olimar: 181 Bolsas por Há.
INIA Merin: 179 Bolsas por Há.
Gurí CL: 160 Bolsas por Há
Inov. CL: 155 Bolsas por Há.
XP 113 FP: 201 Bolsas por Há.
ZONA NORTE
En el Norte, el rendimiento promedio fue de 201 bolsas de arroz seco y limpio.
En cuanto al rendimiento de las diferentes variedades por Hectárea, de arroz, seco y limpio:
INIA Merin: 223 Bolsas por Há.
INIA Olimar: 197 Bolsas por Há.
XP 113 FP: 235 Bolsas por Há.
Gurí CL: 196 Bolsas por Há
La incidencia del clima
El Ing. Agr. PhD. Alvaro Roel, realizó un análisis de las ultimas zafras arroceras y la influencia del clima en los resultados.
Analizando las variables climáticas de las ultimas tres zafras el investigador consideró que “en la zafra 19/20 se produjo un cambio de paradigma, ya que se inició con el principal factor determinante de los rendimientos con problemas, pero después se alineó y tuvimos un comportamiento productivo muy bueno.
Luego en 20/21, se observó una bajada de luz en momentos de la floración, de manera relativa, porque fue año record y si miramos el contexto particular del Este del pais, esta zafra se presentó mejor que la zafra anterior.
En la zafra 21/22 si tenemos en cuenta factores de exceso de demanda (de precipitaciones o riego), en el Norte y Centro del país, sobre todo en el periodo de inicio de floración y afectando sobre todo a los cultivares de ciclo corto y el retraso de la fecha de siembra en el centro del país, podemos decir que tenemos una perspectiva general buena de la zafra anterior.
El clima, simplemente lo que deja es poder expresar la combinación del buen manejo y la genética que utilizan los productores”.
La ciencia, la investigación y el clima en el arroz
Estudios publicados a nivel científico, establecen que “Un pronóstico avanzado y preciso de los eventos de EL NIÑO podría mitigar los efectos de los patrones climáticos variables (Falcon et al., 2004).
Los análisis realizados permiten visualizar que existe una asociación importante entre las fases del ENOS (*) y los niveles de producción arrocera, en donde se concluye que el arroz en Uruguay, a pesar de ser un cultivo de bajo riego, es afectado por las fases del ENOS (Roel y Baethgen, 2005).
En lo que respecta a los rendimientos, en la mayor parte de la región pampeana (**) los desvíos de los rendimientos son positivos durante eventos de EL NIÑO y negativos durante LA NIÑA.
La ampliación de los análisis realizados permite ratificar que existe una asociación
importante entre las fases del ENOS y los niveles de rendimiento de arroz en Uruguay.
Si bien el ENOS tiene un efecto mayoritariamente en los niveles de precipitación y por
lo tanto en la regulación de los déficits hídricos, éstos, pueden tener consecuencias
indirectas sobre otras variables que incluyen en la obtención de buenos rendimientos del cultivo de arroz, como pueden ser la fecha de siembra y los niveles de radiación solar, como ha sido demostrado en trabajos validados.
Existió una mayor probabilidad de alcanzar cierto nivel de productividad en un año Niña en comparación a un año Niño, estos resultados sugieren que en años niños podría existir un mayor riesgo de cubrir los costos de producción.
(*) El Niño-Oscilación del Sur, ENOS o ENSO, es un patrón climático que consiste en la oscilación de los parámetros meteorológicos del Pacífico ecuatorial cada cierto número de años.
(**) La Pampa húmeda (o Región Pampeana), es una subregión de 600 000 km² de praderas que se encuentra en todo Uruguay, Río Grande del Sur, y parte de Argentina dentro del régimen pluviométrico superior a la isohieta de 500 mm/año. Junto con la pampa seca forma la región pampeana.